Juguetes para lesbianas, guía útil

Recuerdo perfectamente la primera vez que entré a una tienda erótica y pregunté por juguetes para lesbianas. No me estrenaba en este tipo de tiendas —ya tenía en casa uno de esos vibradores low cost que me había alegrado alguna que otra tarde—, pero como cada tienda es un mundo yo tenía esa sensación extraña de quéhagoaquí. El dependiente me llevó al fondo del local —fondo fondo— y me señaló un estante. Se alejó unos metros y empecé a investigar. Tan solo había cuatro o cinco juguetes y no sabía cuál de ellos me resultaba más incoherente, incomprensible o desacertado.

Aquel choque con la realidad me hizo barajar dos posibilidades que hoy puedo confirmar. La primera, que no hay una gran variedad de juguetes dirigidos a lesbianas que realmente funcionen bien. La segunda, que muchas tiendas no tienen ni idea de lo que exponen. Para lo primero no tenemos solución, de momento, pero para lo segundo sí: encuentra una tienda de confianza, yo suelo pasarme por la tienda online Diversual, que sepa asesorarte y responder tus dudas.

Cuando me propusieron escribir este artículo me hizo mucha ilusión, porque pensé que podría resultar de interés para cualquier mujer en mi situación cinco años atrás. Durante este tiempo he aprendido a base de ensayo y error, porque en el fondo, esto de los juguetes eróticos no es una ciencia exacta y si todas somos únicas, ¿cómo no van a serlo nuestras preferencias jugueteras?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que, pese a que hablamos de juguetes para lesbianas, en realidad me dirijo a cualquier persona con vagina. Dicho esto, como podrás imaginar, no hay una gran diferencia en el uso de estos productos en función de la orientación sexual.

Asimismo, no es mi intención transmitir que para que dos mujeres disfruten en la cama deben hacerse con uno de estos artilugios, porque es una opción más, tan válida como no usar ninguno. Además, nosotras tenemos una gran ventaja, y es que ya conocemos el cuerpo femenino. Sabemos qué nos

gusta y, por ende, no nos resulta complicado hacer los movimientos acertados. Conocemos perfectamente las zonas, tenemos claro cómo o dónde debemos tocar, y eso siempre está a nuestro favor. Nos gusta recrearnos, jugar con el cuerpo de la otra, descubrir nuevos rincones… y eso es magia pura.

Empezamos, entonces, con los juguetes eróticos que puedes encontrar en el mercado y que pueden acompañarte, si así lo deseas, en tus sesiones nocturnas:

Dildos

Estos son los juguetes eróticos más antiguos de la historia. Algunas personas los llaman ‘consoladores’, pero a mí no me gusta ese término porque no hay nada que consolar, ¿verdad?

Se trata de aquellos objetos con forma fálica que se introducen en la vagina. Algunos de ellos están ligeramente curvados para alcanzar la zona G, pero las formas son muy variadas. Con respecto a los materiales, puedes encontrar dildos de silicona ligeramente flexibles o de materiales más rígidos como cristal o metal.

Si estás buscando un dildo para tite recomiendo que elijas uno con texturas, son muy agradables. También los hay realísticos (que recrean un pene, con su glande, venas y otros detalles), pero no nos suelen gustar demasiado. En cualquier caso, utiliza un buen lubricante (preferiblemente de base agua) para mejorar la experiencia.

Estos juguetes pueden utilizarse tanto en solitario como en pareja. Si te interesa estimularos de forma simultánea, puedes hacerte con un dildo doble con dos extremos:

Vibradores

Como su nombre indica, estos juguetes emiten vibración. Hay muchísimos tipos, pero voy a diferenciarlos en dos grupos. Los primeros son los estimuladores o clitorianos, que tienen una forma bastante discreta y suelen ser del tamaño de la palma de la mano. Se utilizan para estimular únicamente la vulva y los labios. Triunfan, ¿sabes por qué? Porque el 75% de las mujeres necesitamos estimulación en el clítoris para alcanzar el orgasmo. El que más me gusta es Lily 2 de Lelo: pequeño, discreto y silencioso.

Los segundos son todos aquellos que tienen forma fálica y que, por tanto, se introducen en la vagina. Aquí podrás encontrar los de zona G (muchas veces llamados punto G), los rabbit (que además incorporan una extensión que estimula el clítoris), huevos (dirigidos por control remoto)…

Hay algunos vibradores diseñados para usar en pareja. Por ejemplo, We Vibe, que es una especie de pinza. Mientras una de las dos lo lleva puesto, la otra puede aprovechar el contacto del juguete en su propio clítoris. También hay vibradores con dos extremos para utilizar juntas, pero todavía no he encontrado uno que me guste lo suficiente.

Succionadores

De un tiempo a esta parte los succionadores están conquistando cada vez a más mujeres. Son objetos que funcionan con una tecnología que crea un vacío de aire y hace una leve succión sin apenas contacto.

Son juguetes muy potentes que ayudan a alcanzar el orgasmo muy rápido. Muy ruidosos, eso sí, pero con el tiempo se está mejorando esta característica. Lo bueno es que puedes usarlos también en la ducha… y eso intensifica todavía más la estimulación.

No se me ocurre una forma de utilizarlos en pareja, aunque hay un succionador de Satisfyer, el Pro Plus Vibration, que puede estimular por succiones el clítoris de una y por vibración el de la otra si os colocáis en una posición donde los genitales estén en contacto.

Arneses sexuales o strap-on

El clásico por excelencia, pero cuidado: es importante hacerse con un buen arnés. Asegúrate de que las correas sean anchas para que sujeten bien y te recomiendo que tenga la opción de utilizar distintos dildos. Mi arnés favorito desde siempre ha sido el de BS Atelier. Partiendo de la base de que los arneses no son económicos, este tiene una gran calidad y es comodísimo y muy versátil.

En los últimos años se han empezado a vender los arneses strap less, es decir, sin correas. Algunos ejemplos son el Feeldoe o Share de Fun Factory: dildos con dos partes, una que se introduce en la vagina de la persona que penetra y otra para penetrar. A mi modo de ver, es muy difícil utilizarlos de manera cómoda, por lo que te recomiendo los arneses convencionales.

¿Ya tienes favorito? Como ves, la variedad es considerable. Tras este listado, solo me queda dejarte algunas indicaciones para que puedas hacerte con el tu juguete:

1. Infórmate, es importante saber qué estás comprando (materiales, calidad, marca…). ¡No tengas miedo de preguntar!

2. Es mejor ahorrar que comprar un mal juguete

3. Siempre que uses un juguete erótico utiliza también lubricante, será mucho más agradable

4. Si te vas a decantar por un vibrador, elige uno con batería: son más ecológicos, cómodos, potentes y también sumergibles

5. No compartas juguetes con tu compañera si no estás segura. Si lo haces, ponles un preservativo y usa uno nuevo cada vez que os lo intercambiéis.

Parecen consejos lógicos, pero nunca está de más recordarlos. Lo que debes tener en cuenta por encima de todo es que tú eliges, y que el juguete debe adaptarse a tu forma de vivir tu sexualidad. Si tienes cualquier duda puedes dejar un comentario y te ayudaré en lo que me sea posible.

Y tú, ¿has probado ya algún juguete erótico?

2 comentarios en «Juguetes para lesbianas, guía útil»

  1. Yo tengo un strapless strap-on y es fantástico. Tiene motor de vibración en ambos lados que hace sentir la penetracion en tu pareja, lo que no he podido sentir con ningún otro juguete.
    Por otro lado, algo totalmente recomendable es que succionadores como el satisfyer pro si se pueden usar en pareja, al menos con mi chica lo usamos simultáneamente con estimulación vaginal y el resultado es glorioso.
    Supongo que cada mujer es un mundo distinto y lo que funciona para mi no es lo que funciona para todas y es parte de la magia de descubrirnos.

  2. Llevo 8 años con mi novia, ya hasta comprometidas estamos, pero creo que tenemos problemas en lo sexual, ya que en su momento ella quería hacerme realidad la fantasía de penetrarla con un strapon (arnes) y fue muy lindo al principio porque usábamos lubricante y todo, pero luego ya no quería ocuparlo, lo que no entiendo por que es que cuando me decía que fuéramos al hotel, me decía que Llevara el arnes, pero a la hora de la hora, ya no quería, y así, a mi me encanta usarlo con ella, pero a ella de pronto ya no, solo se justifica diciéndome que porque no mejor me lo mete a mi, que porque a fuerzas a ella, yo le dije desde el principio que no me gustaba, puesto que yo juego el rol masculino, y pues a mi me exitaba mucho mas penetrarla a ella, en fin, no se que hacer, lo mas raro es que dice no gustarle pero cuando lo hemos usado, (cosa que ella al momento me dice que lo use), se ve que lo disfruto muchísimo, es más, ella misma me lo dijo, así que no entiendo porque de pronto ya no. Gracias por la atención

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